La crisis del coronavirus ha desnudado la catástrofe social provocada tras años de recortes, privatizaciones, bajos salarios, precariedad y ataques a los derechos de la clase trabajadora. La dictadura que el capital financiero ejerce sobre el mundo, y ante la que se inclinan los Estados y los Gobiernos, es la responsable de esta debacle.

La pandemia además ha sido el detonante de una profunda crisis económica que sin duda será mucho más grave que la que se desató en 2008.

Como siempre los capitalistas pretenden cargar todo el peso de la crisis de su sistema sobre las espaldas de la clase obrera. La CEOE y las grandes empresas han exigido rebajas en el impuesto de sociedades, la exención de las cuotas a la seguridad social, poder recurrir a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), de una manera mucho más fácil y ágil, y que el Ejecutivo ponga a su disposición todos los recursos que sean necesarios para garantizar sus ganancias.

El Gobierno PSOE-UP no ha dudado en acceder dócilmente a los principales requerimientos de los grandes capitalistas y banqueros, mientras para las y los trabajadores y sus familias solo ha dedicado propaganda y migajas que están muy lejos de servir para paliar el hundimiento del nivel de vida que estamos sufriendo millones.

Frente a esta situación las direcciones sindicales de CCOO y UGT, lejos de movilizar a la clase obrera, han hecho frente común con la patronal acordando dar vía libre a los ERTEs y aceptando todas sus exigencias.

Millones de trabajadores y sus familias nos enfrentamos a un auténtico drama social, a perder nuestro puesto de trabajo o ver recortados drásticamente nuestros ya exiguos ingresos. Nos vemos expuestos a contagiaros y a infectar a nuestros seres queridos porque somos obligados a trabajar aunque nuestra labor no sea esencial, y además tenemos que hacerlo sin las medidas de protección adecuadas. ¡Este es el precio a pagar por un sindicalismo de pacto, sumisión y desmovilización permanente!

Los trabajadores necesitamos un sindicalismo combativo

La bancarrota de la política de paz social y desmovilización, practicada principalmente por las direcciones de CCOO y UGT, es cada vez más evidente y las consecuencias para las condiciones de vida de la clase obrera y sus familias nefastas. Mantener esta estrategia sindical frente a la nueva debacle tendrá unos efectos dramáticos para las y los trabajadores.

Los dirigentes de los grandes sindicatos hace mucho que dejaron de enfrentar los ataques de la patronal con la movilización para asumir la “política sindical” del mal menor y aceptar despidos y recortes sin presentar batalla.

Sindicalistas de Izquierdas surgimos como una plataforma sindical integrada por delegados y activistas sindicales pertenecientes a distintos sindicatos de clase, que rechazamos esta estrategia fracasada defendiendo un sindicalismo combativo, de clase, democrático y asambleario.

(Pincha aquí para conocer más detalles sobre nuestros orígenes)

Somos muchos los sindicalistas que sabemos que los derechos de la clase trabajadora se conquistan y se defienden con la movilización y la lucha. La rica historia del movimiento obrero lo confirma y no deja lugar a dudas.

El objetivo de esta plataforma es el de coordinar esas fuerzas, compartir experiencias, e intervenir en las luchas de nuestra clase con el programa y los métodos del sindicalismo revolucionario, impulsar la organización y la solidaridad obrera, la unificación de las luchas, y vincularnos internacionalmente a otras plataformas de sindicalistas combativos.

Desde Sindicalistas de Izquierda luchamos por:

1.-Que el Gobierno nacionalice toda la sanidad privada, poniendo sus recursos humanos y técnicos, hospitales y clínicas para atender de forma gratuita a todos los enfermos de coronavirus garantizando todas las pruebas clínicas y los medios para su hospitalización y curación.

2.-Contratación inmediata de 20.000 profesionales sanitarios (médicos/as, enfermeros/as, investigadores/as, técnicos/as, personal de apoyo, ambulancias...). Apertura de todas las instalaciones hospitalarias públicas, refuerzo y ampliación de las UCI y compra de material médico y quirúrgico necesario. Coordinación de los recursos a escala estatal con un plan centralizado. Asegurar los descansos necesarios para que el personal sanitario pueda realizar sus tareas en condiciones dignas. Un plan de choque para garantizar las operaciones programadas y seguir atendiendo a la población enferma y en riesgo. Hay que poner fin a las listas de espera y a la masificación de la medicina ambulatoria y de familia

3.-¡Nacionalización del sector farmacéutico ya, gratuidad de todas las medicinas necesarias para enfrentar el coronavirus y el resto de las enfermedades! Fuera todos los recortes y el copago. Los hospitales privatizados deben ser renacionalizados inmediatamente. Ningún euro público al negocio de la sanidad privada.

4.-Paralización inmediata de toda la actividad productiva que no sea esencial para luchar contra la pandemia. El Gobierno de PSOE-Unidas Podemos debe garantizar por ley que todas las trabajadores y trabajadores de fábricas y empresas que no sean esenciales deben estar en casa con permisos retribuidos, que todos sus empleos sean respetados y que no se pierde ningún derecho laboral. Para los trabajadores de las empresas esenciales el Gobierno debe proporcionar todos los medios de protección sanitaria necesaria (guantes, mascarillas, equipos…), imponiendo penas económicas muy severas para los empresarios que incumplan estas medidas.

5.-Los permisos no retribuidos, las reducciones de jornada o la flexibilización laboral no resuelven nada, y cargan esta crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora implicando brutales reducciones salariales. A todas las trabajadoras y trabajadores que tienen a su cargo hijas, hijos o familiares dependientes se les debe aplicar el artículo 37.3d) del Estatuto de los Trabajadores. De acuerdo al mismo, cuando se tiene un deber inexcusable, como es el cuidado de una persona dependiente, el trabajador tendrá derecho a ausentarse del trabajo con el 100% de su retribución y sin que sea computable como tiempo de vacaciones. Por otro lado todas las bajas médicas deben ser conservando el 100% del salario.

6.-Ningún despido, ERTE o ERE al amparo del coronavirus. Seguro público de desempleo de 1.200 euros para todos los trabajadores y trabajadoras en paro hasta encontrar un puesto de trabajo. Ninguna reducción salarial, ningún derecho menos. ¡Que los empresarios pongan su parte de todos los beneficios acumulados estos años! ¡Que se devuelva el dinero de los rescates patronales y bancarios!

7.-Reducción por ley de los precios de los productos fundamentales para la vida diaria de las familias trabajadoras y persecución contundente de la especulación. ¡Nacionalización las grandes cadenas de supermercados y las multinacionales del sector alimentario bajo el control democrático de los trabajadores!

8.-Anulación por ley de todos los desahucios, y anulación del pago de los alquileres, electricidad, agua y servicios de telecomunicaciones para las familias trabajadoras que lo necesiten. Movilizar los recursos públicos para asegurar la alimentación y una vida digna: comedores públicos gratuitos, incremento drástico en la dotación material y humana de los servicios sociales. Vivienda pública accesible para toda la población.

9.-Ninguna restricción a la libertad de expresión, manifestación y organización. Formación de comités de personal sanitario, usuarios y delegados sindicales en los centros hospitalarios para controlar la calidad de la atención médica y poder reclamar los medios necesarios.

10.-Nacionalización inmediata de la banca y los grandes monopolios para poner la economía al servicio de las necesidades sanitarias y sociales de la población. Esta es la única forma efectiva de luchar contra el desempleo masivo y la pobreza a las que nos empuja el capitalismo y los Gobiernos a su servicio.

En Sindicalistas de Izquierda entendemos que el origen de los graves problemas que padece la clase obrera es el propio sistema capitalista. Por tanto, los trabajadores no debemos limitarnos a luchar contra sus efectos, debemos luchar también contra la causa.

No somos neutrales ni ideológicamente ni en la lucha de clases: abogamos por la defensa de los intereses inmediatos de los trabajadores como parte de la gran tarea que tenemos por delante, que no es otra que la emancipación de los oprimidos, acabando con el capitalismo y construyendo una sociedad libre de explotación y opresión, una sociedad socialista.

Os invitamos a poneros en contacto con nosotros a través de Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., para informar de vuestra problemática laboral y sindical, recibir asesoramiento y participar en las acciones y reuniones que celebraremos.

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