Después de más de 80 días de huelga y ante la negativa de la empresa a atender a sus demandas, los 1.800 trabajadores y trabajadoras de la factoría de Acerinox de Los Barrios (Cádiz) han venido a Sevilla.

Aquí, los compañeros y compañeras de Izquierda Revolucionaria hemos tenido la oportunidad de entrevistar al portavoz del Comité de una huelga que sin duda ya se ha convertido en un ejemplo de resistencia para toda la clase trabajadora del Estado.

Antes de hablar con los compañeros y compañeras de Acerinox ya se puede palpar el descontento general, pero no es un descontento incapacitante. Todo lo contrario. Los trabajadores y trabajadoras tienen la energía que nace directamente de la rabia por la injusticia que ya lleva años siendo su pan de cada día.

IR: En primer lugar, nos gustaría saber cuál ha sido tu visión de la manifestación, cómo habéis visto la acogida de los compañeros, en general, qué conclusiones sacáis del día de hoy.

JA: Estamos muy satisfechos, como siempre, con el comité de huelga en general. Están demostrando la unión, apoyándose unos a otros. Daos cuenta de que ya llevamos más de dos meses sin cobrar, hay gente que lo está pasando mal también… Pero lo que nos dicen todos: hay que aguantar hasta donde haga falta. Como ya he dicho antes: prefiero perder mi puesto de trabajo antes que humillarme a esta empresa que lo que quiere es imponernos, quitarnos nuestros derechos, la conciliación familiar y sobre todo, no permitirnos que nuestro sueldo vaya subiendo con el nivel de vida. Y esto es de ley. No pedimos otra cosa. La vida va subiendo y nuestros sueldos llevan congelados desde el 2018 por culpa de la revisión del IPC que no se nos aplica. Y eso no es justo.

Y por supuesto el tema de la conciliación familiar: que nos manden a casa cuando hay maquinaria que está averiada porque no podemos trabajar y que luego nos obliguen a recuperar ese trabajo en nuestros días de descanso. Eso no lo vamos a permitir.

IR: Desde luego, es completamente injusto. Y dinos, ¿cuál es el siguiente paso a partir de ahora? ¿Qué tenéis pensado para continuar la lucha?

JA: Mira, mañana viernes hay una concentración ahí en Los Barrios, en nuestro pueblo, donde está ubicada la factoría. Lo que vamos a hacer es ir a donar sangre, todo aquel que pueda, porque hay un centro de transfusiones y la verdad que en la provincia de Cádiz están necesitados de sangre y vamos a decirle a los trabajadores y trabajadoras que donen sangre porque somos solidarios también. No sólo valemos para cortar carreteras, como muchos medios nos están pintando, enmarcándonos en una protesta sólo de cortes de carretera. Y no es así, estamos haciendo muchas cosas. Es importante que la gente vea otra imagen también, que hay muchas personas que están molestas con esta imagen que se da.

IR: Pero a veces también hay que molestar para que a uno le escuchen.

JA: Así es. Muchas veces, si no molestas, no te escucha nadie.

IR: Una última pregunta, con respecto a la coordinación de trabajadores del metal. Como ya sabéis, el convenio del metal se está negociando, entonces, ¿qué os parecería la idea de una manifestación en Cádiz?

JA: Sí, nosotros ya estamos en contacto con los compañeros de Cádiz del metal, de hecho han venido a manifestaciones y cortes de carretera. También hemos ido a apoyarlos porque tienen varios compañeros a los que les han pedido años de cárcel por la última huelga, y estamos siempre en contacto. Nosotros apoyándolos a ellos y ellos a nosotros.

IR: ¿Crees que esto se podría concretar en una manifestación en el futuro? Por ejemplo en una manifestación como la que hubo en Cádiz hace tres años, que fue impresionante, si recuerdas, la patronal tuvo que firmar por la noche incluso porque estaban atemorizados con la potencia de aquel golpe.

JA: Esta idea siempre va a contar con nuestro apoyo. No obstante también hay que entender que nosotros estamos en un camino de huelga ahora mismo, que tenemos también actos, reuniones y concentraciones, entonces no es fácil. A los trabajadores, todos estos movimientos les cuesta un sacrificio, económicamente también, ya que ahora no estamos cobrando. Hay que gestionar comida, autobuses, en fin, como digo, no es fácil. Es un sacrificio. Hemos estado en Cádiz capital, contando que estamos a 100 kilómetros, hemos ido a Madrid también, ahora estamos aquí… los trabajadores se sacrifican. Pero por supuesto, si podemos, allí estaremos. Todo lo que podamos hacer para hacer visible el conflicto, por supuesto que lo haremos.


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