Entrevista a las compañeras del SAD Gijón
El pasado miércoles 22 de mayo compañeras del Sindicato de Estudiantes, Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria, acompañamos  a las y los compañeros del SAD Gijón (Servicio de Ayuda a domicilio) en su protesta frente al Teatro Jovellanos. Allí se celebraba un debate electoral entre las distintas fuerzas políticas que concurrían a las elecciones municipales.
Durante más de una hora, una buena representación de las cerca de 200 trabajadoras y trabajadores de la empresa exigió soluciones. Como bien señalaban las compañeras era importante destacar en plena época electoral que “es un momento de lucha y reivindicación en las calles, porque a través de la lucha en la calle siempre se han conseguido las victorias de la clase obrera. No vamos a conseguir en ningún despacho, ni en ninguna institución lo que no hayamos conseguido con la movilización”.
 
Una hora antes del inicio de la protesta conversamos con Carmen Diego Tarano que, acompañada de un grupo de trabajadoras, nos explicaba los motivos de  esta lucha y sus implicaciones en la vida, no sólo de las y los trabajadores, sino de los  y las usuarias y sus familias. Transcribimos a continuación un extracto de la entrevista, en cuya elaboración también intervino Sindicalistas de Izquierda y agradecemos desde estas líneas su ejemplo de lucha. 
 
Sindicalistas de Izquierda (SI): ¿Cuál es el origen del conflicto  por el que lleváis más de tres años de movilización? 
 
Carmen Diego (CD): El origen es el incumplimiento de la promesa de remunicipalización por parte del Ayuntamiento, que hasta estas últimas elecciones ha estado en manos de la derecha, Foro por Asturias, y todos los engaños con los que nos han intentado embaucar. 
 
En el año 2.016 nos dicen que se ha aprobado la remunicipalización, pero en 2017 nos enteramos de que dan marcha atrás porque hay unos informes económicos, por cierto falseados y abultados, que indican que se superaría el techo de gasto y el Ayuntamiento prevaricaría si acometiese la remunicipalización. Dicho en otras palabras, que las trabajadoras les resultamos demasiado “caras”, lo cual es una vergüenza, sobre todo teniendo en cuenta nuestros salarios miserables. 
 
Acto seguido, sacan a concurso público el Servicio de Ayuda a Domicilio. Las empresas que siempre se presentan, esta vez no lo hacen porque no encuentran la rentabilidad económica que buscaban, y finalmente el servicio pasa a las manos privadas de la empresa “Aralia”. Esta empresa pertenece a José Luis Ulibarri, que está imputado en  la trama Gürtel y Enredadera. Y ahí empiezan los problemas: no se cumple con los pliegos de condiciones laborales, y en muchos casos ni siquiera se cumple el convenio. Desde entonces empresa y Ayuntamiento se han dedicado a pasarse la pelota el uno al otro. 
 
Conjuntamente con el Comité de  Empresa, hemos interpuesto tres conflictos colectivos por incumplimiento de condiciones.  El primer juicio lograron suspenderlo, porque la empresa alegó que Servicios Sociales no les había entregado todas las quejas de los usuarios hacia nosotras, y es que realmente no había ninguna. 
 
Finalmente la empresa denunció al Ayuntamiento por falsificación documental y prevaricación. Y ahora vemos como Foro, que ni siguiera se dignó a recibirnos, ni da explicaciones, ni nos recibe como prometió hacer cuando pasasen las elecciones, se ha caído con todas sus mentiras y tácticas. Lo que parece a simple vista es que hay un acuerdo  tácito entre la empresa y Foro para dilatar el tema y seguir dándonos largas. Nos tememos que todo esto de la denuncia sea una estrategia para llegar al final  del contrato, que es en junio de 2.020. 
 
SI: ¿Cuál es vuestra situación laboral y cuáles son vuestras reivindicaciones fundamentales?
 
CD: Junto con la remunicipalización exigimos el cumplimiento de la normativa y unas condiciones laborales  dignas para toda la plantilla. Entre otras cosas, el  reconocimiento de las enfermedades profesionales y, ligado a esto, que se cumpla la ley de Prevención de Riesgos laborales. Pedimos que cuando una persona solicita la ayuda a domicilio y se le concede, se pueda evaluar su casa previamente para conocer si existen barreras arquitectónicas o incluso riesgo de enfermedades infectocontagiosas. Y también muy importante, que se rebaje  nuestra edad de jubilación. Nuestros medios “técnicos” de trabajo, somos nosotras,  son nuestras espaldas y nuestros hombros,  y es  inviable estar con 65 años atendiendo a usuarios que  a veces  están mejor que nosotras. 
 
Nuestra plantilla  está formada por unas 200 trabajadoras y trabajadores. No lo sabemos con exactitud porque Aralia no está dando toda la información correspondiente al Comité de empresa. La realidad es que entran y salen muchas trabajadoras porque los contratos en muchas ocasiones son humillantes, y hay trabajadoras que no lo consienten y se van. 
 
Este es un trabajo feminizado. Nuestros compañeros se han ido incorporando poco a poco, pero no llegan al 1%, de la plantilla. Y esta es parte sustancial de nuestra problemática en un sistema patriarcal y machista como en el que vivimos. Nuestro trabajo siempre se ha visto como un trabajo “para mujeres”, un trabajo “menos importante”. La situación se agrava ya que las mujeres que trabajamos aquí venimos de barrios obreros, y no se nos trata como lo que somos, profesionales de ayuda a domicilio, que además desempeñamos una tarea esencial para la vida de muchísimas familias obreras como las nuestras. Nos tratan como si fuéramos gente sin formación, que vamos a “limpiar” sin más y nuestros salarios no se corresponden con  la responsabilidad laboral que tenemos. No se tiene en cuenta nuestra conciliación familiar. La mayoría de nuestras compañeras son madres, muchas forman familias monoparentales y con pocos recursos. Las  mutuas  no reconocen nuestras lesiones, ni  reconocen nuestras enfermedades laborales. ¡Nos dicen que son enfermedades por nuestra condición de mujer, que nuestros dolores son normales por ser mujer y que no tienen que ver con los riesgos laborales de nuestro trabajo! Un escándalo total.  
 
 
SI: ¿Qué experiencia estáis teniendo respecto al apoyo social y  en qué momento  de la lucha os encontráis?  
 
CD: Ahora mismo estamos a la espera del segundo juicio que será en el mes de julio, pero tal y como están las cosas nos tenemos que llegue julio y que ni siquiera cobremos las nóminas.
  
Respecto a los apoyos  somos muy conscientes de que todos los que hemos logrado y toda la solidaridad que ha despertado nuestra lucha, la hemos conseguido  nosotras mismas, las trabajadoras agrupadas en la plataforma SAD Gijón, con nuestras propias fuerzas.

El Comité de Empresa no ha tirado en absoluto para movilizarnos, las propias compañeras de CCOO y UGT, que son los sindicatos con presencia en el comité, nos han dicho que esto, es decir la movilización, ahora “no toca”. Que hay que pelearlo en otros estamentos, los despachos o los juzgados, pero que la pancarta “no toca”. Además se está dilatando la convocatoria de elecciones sindicales que ya deberían de haberse producido hace meses, lo cual también es bastante preocupante. 
 
Otra de nuestras principales dificultades es el chantaje de la empresa que, en connivencia con el Ayuntamiento, mete miedo a las familias usuarias para tratar de restarnos apoyo.  En primer lugar porque lógicamente muchos de los y las usuarias están ya muy mal de salud, pero lo más importante es que  al ser un servicio privatizado, las familias tienen encima la amenaza de que si nos apoyan les puedan quitar el servicio como represalia. En este sentido intentamos recabar el apoyo de la Federación de Vecinos de Gijón, donde hay muchos familiares de nuestros usuarios.
 
También de usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio, pero a día, y aunque sabemos que tenemos apoyos individuales, a nivel de la dirección, que es de la órbita del PSOE, no se nos ha mostrado ningún tipo de solidaridad, lo que nos parece una vergüenza y así lo estamos denunciando. 
 
 
Pero a pesar de todas las dificultades aquí seguimos y vamos a continuar. Todos los meses vamos a los plenos del Ayuntamiento a recordarles a todos los partidos políticos que llevamos tres años luchando por la remunicipalización y por unas condiciones laborales dignas.  No paramos. Hacemos concentraciones periódicas frente al ayuntamiento y hemos buscado el apoyo de otros colectivos, especialmente plantillas de los sectores más feminizados, como es el caso de las Kellys, con las que estamos en contacto.

El apoyo mutuo es fundamental. Nosotras estamos presentes en las luchas de otros colectivos, e intentamos llevar siempre nuestra camiseta rosa para hacer visible tanto el conflicto como la unión entre las distintas luchas. 
 
Nosotras como plataforma de trabajadoras en lucha SAD Gijón creemos que sí es el momento de las pancartas, los pasquines y la movilización en la calle, aunque por supuesto no sea incompatible con todo lo demás. Pero sin  una cosa no se consigue la otra.

Parece que se plantea que hay que elegir entre las instituciones y la calle, pero nosotras lo tenemos claro, todas las victorias que los y las trabajadoras hemos conseguido, han sido siempre a través de la lucha en las calles. Así que hoy se hace más necesario que nunca mantener la movilización, creemos en ella y en ella seguiremos.
 

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