El próximo 29 de junio, los trabajadores de QSR (Telepizza) están llamados a una nueva huelga de 24 horas en Zaragoza en la que exigen la subida del salario hasta la equiparación con la reciente subida del salario mínimo interprofesional aprobada por el gobierno.

Esta no es la primera vez que paran las tiendas. El pasado 31 de mayo los trabajadores y trabajadoras hicieron huelga por este mismo objetivo. A pesar de la enorme precariedad existente en este tipo de empresas, la temporalidad y la atomización en pequeñas plantillas que se traduce en grandes dificultades para la organización sindical, entre el 50% y 60% de los trabajadores y trabajadoras no acudieron a su puesto de trabajo, un enorme éxito teniendo en cuenta que era la primera vez en la historia que se convoca huelga en esta multinacional.

Lo cierto es que sobran los motivos para la huelga, ya que es la práctica habitual en este tipo de multinacionales del sector de la hostelería obtener beneficios millonarios mientras se somete a sus trabajadores y trabajadoras a salarios de miseria.

En el caso particular de Telepizza, en 2017, triplicó sus beneficios con respecto a 2016 hasta alcanzar la cifra de 31,8 millones de euros. Mientras tanto en muchas ocasiones los salarios de los pizzeros y pizzeras rondan los 280€ al mes.

A la vez que se pagan estos salarios de miseria, el presidente ejecutivo de Telepizza, Pablo Juantegui, ganó 2,7 millones de euros en 2018, unas 1.000 veces más que la media de sus empleados.

Continuar con la presión y la movilización de la plantilla

Los pasos que han dado los trabajadores de Telepizza en lucha contra su precariedad son realmente inspiradores y coinciden además con un salto adelante en la lucha de los sectores más precarizados de la clase trabajadora como los “Riders” de Glovo o Deliveroo, los trabajadores y trabajadoras de Burger King…

Todos estos sectores que, salvo excepciones, han sido históricamente abandonados por las grandes centrales sindicales ahora saltan a la arena de la lucha de clases con los métodos tradicionales de la clase trabajadora, la presión, la huelga y la movilización.

Es fundamental buscar la solidaridad, la extensión del conflicto y la unificación de todas estas luchas como una sola. Desgraciadamente las direcciones estatales y provinciales de CCOO y UGT que son quienes mejores condiciones tienen para llevar adelante esta tarea hace tiempo que la han abandonado desprotegiendo a los trabajadores de estos sectores y obstaculizando su acción sindical independiente.

Hay que exigir a los sindicatos mayoritarios de Telepizza que cumplan con su obligación más elemental: difundir la lucha de Telepizza Zaragoza en todos los centros de trabajo de la empresa, propios o franquiciados, recabando el apoyo y solidaridad de todas las plantillas y promoviendo acciones de protesta y movilizaciones en aquellos centros que sufran la misma no equiparación salarial con el nuevo SMI que sufren las compañeros y compañeros de Telepizza Zaragoza. Así se pondría más presión sobre la Dirección de Telepizza y se facilitaría la consecución de los objetivos de esta lucha.

La huelga que la plantilla de Telepizza va a llevar adelante el 29 de junio en Zaragoza es de enorme importancia para los trabajadores y trabajadoras de todas las empresas que, como Telepizza, basan sus beneficios en la máxima precariedad y la máxima explotación.

Una victoria en esta huelga, sin duda, alguna serviría de inspiración no solo para la propia plantilla de la empresa en el resto del estado, sino también para muchos otros trabajadores y trabajadoras que viven situaciones similares en sus multinacionales y podría impulsar nuevas movilizaciones en las empresas del sector.

Es por eso que desde Sindicalistas de Izquierda nos sumamos al apoyo a esta movilización.

¡Aplicación de la subida del SMI ya!
¡Todos y todas a la huelga y manifestación del 29 de junio!


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