La semana pasada “Tubacex en lucha” junto a los sindicatos LAB, ESK, CCOO y CNT denunciaban en rueda de prensa en Euskadi que sindicalistas y trabajadores del Metal y de empresas en lucha como Tubacex, PCB o Petronor, se enfrentan a altas sanciones económicas e incluso penas de cárcel por ejercer su derecho de huelga en defensa de sus puestos de trabajo y unas condiciones laborales dignas.

Desde Sindicalistas de Izquierda queremos trasladar todo nuestro apoyo y solidaridad a las y los trabajadores encausados o amenazados por estos expedientes administrativos, y exigir la inmediata retirada de los mismos y el archivo de las causas penales. ¡Quieren amedrentarnos y cercenar nuestro derecho a la huelga!

Tras las huelgas ejemplares del último periodo: el metal en Bizkaia o en contra de los despidos y las rebajas salariales en Tubacex, PCB y Petronor, el Estado, y en este caso también el Gobierno vasco del PNV-PSE, vuelven a la carga intentando dar una lección contra todos aquellos que plantamos cara a la ofensiva patronal y defendemos nuestros derechos.

Al tiempo que esto ocurre, asistimos al discurso triunfalista del Gobierno autodenominado “progresista”, con presencia de UP, hablando de la derogación de la Ley Mordaza. Por su parte el Gobierno vasco y el PNV, utilizando la demagogia y el cinismo que le caracteriza, manifiesta su oposición a la misma al tiempo que negocian su “reforma” con el Gobierno central.

Esta actitud completamente hipócrita por parte del PNV no nos extraña en absoluto. Mientras dicen oponerse a la reforma laboral por poco ambiciosa y defienden un marco vasco de relaciones laborales, se han dedicado a enviar sistemáticamente a la Ertzaina y las fuerzas represivas a apalear nuestras movilizaciones, como vimos en Tubacex o más recientemente en los piquetes en las puertas de Artiach.

Por otro lado, la tan cacareada derogación del apartado tercero del artículo 315 del Código Penal que criminalizaba el derecho de huelga, y que se utilizó precisamente para amedrentar a decenas de trabajadores, sindicalistas y luchadores, hasta 300, no está impidiendo que se siga persiguiendo penalmente a trabajadores y sindicalistas cuando ejercen su derecho de huelga.

Mientras los derechos laborales son vulnerados día tras día por los empresarios (como por ejemplo en el sector de la logística en Guadalajara, donde las empresas se niegan a aplicar las subidas salariales acordadas), somos las y los trabajadores los que nos enfrentamos con la represión más dura por parte del Estado. Nos despiden y nos amedrentan en nuestros puestos de trabajo sin que la Inspección de Trabajo ni ningún organismo actúe, nos apalean cuando nos movilizamos en contra de los despidos o en defensa de nuestros derechos laborales y, cuando logramos victorias rotundas contra la patronal, nos atacan con más represión: sanciones, multas e incluso penas de prisión.

La única manera de enfrentarnos a su represión (tanto la de la policía vasca y estatal como la de estos tribunales franquistas) es mediante la presión y la movilización. Al igual que ha sido la lucha la que ha doblegado a la dirección de Tubacex y ha conseguido la readmisión de los más de 100 compañeros despedidos, será esta la que pare los ataques de la justicia contra nuestros compañeros.

Por esto y por muchas otras razones, sobran motivos para convocar ya una Huelga general en Euskadi, contra la represión y contra la ofensiva de la patronal.

¡La huelga no es delito! ¡La lucha es el único camino!


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