¡La fuerza del sindicalismo combativo avanza!

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El sábado 7 de mayo tuvo lugar el III Encuentro estatal de Sindicalistas de Izquierda. Tras más de dos años de pandemia por fin nos reencontramos de manera presencial y llenamos nuestros locales en Madrid con la fuerza y vitalidad del sindicalismo de clase y combativo, que ha seguido avanzando sin descanso durante este tiempo a lo largo y ancho de todo el Estado.

Más de 160 asistentes, delegados y delegadas sindicales, trabajadoras y trabajadores de prácticamente todos los territorios y de numerosos sectores productivos: metal, naval, comercio, logística, campo, limpieza, hostelería, dependencia y ayuda a domicilio, administración local y estatal, artes gráficas, sanidad, enseñanza, aeronáutica, Correos, sector TIC, pensionistas… nos reunimos bajo el lema “Contra la carestía de la vida, la ofensiva patronal y la guerra imperialista”.

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En su introducción, el compañero Antonio G. Sinde insistió en que este Gobierno, en lugar de ceder ante la CEOE y el gran capital, tendría que nacionalizar ya las eléctricas y la banca. 

Compañeras y compañeros de diferentes sindicatos y colectivos, desde CCOO, LAB, ELA, IAC, CGT, pasando por la Coordinadora de Trabajadores del Metal de Cádiz, la Plataforma de Trabajadores del Metal de Vigo, CoBas, STEC…, que a lo largo de la jornada y en más de 30 intervenciones pudieron explicar sus luchas, intercambiar experiencias cotidianas y debatir el panorama internacional, el contexto político, social y económico. Sin duda una enorme fuente de energía, inspiración, aprendizaje y entusiasmo para seguir impulsando y construyendo un sindicalismo de clase, combativo, anticapitalista y asambleario. 

¡Abajo la paz social y la política de colaboración con la patronal!

El inicio del debate corrió a cargo de Antonio García Sinde, veterano sindicalista, extrabajador del sector TIC y portavoz estatal de Sindicalistas de Izquierda, quien situó el contexto general donde estamos desarrollando nuestra actividad.

Desde que en 2008 la crisis financiera sacudiera el mundo no hemos dejado de recibir constantes y duros golpes. Ahora, tras dos años de terrible pandemia con un saldo de millones de muertes y contagios, más miseria, despidos y precariedad laboral, y una degradación sin precedentes de los servicios públicos, contemplamos como el mundo capitalista se dirige a una nueva y grave crisis con un enfrentamiento abierto entre las dos grandes potencias imperialistas, Estados Unidos y China. La guerra en Ucrania se ha convertido en su nuevo campo de batalla.

Como denunció Antonio, se trata de una “guerra imperialista y reaccionaria por ambos bandos en la que la clase obrera nada tiene que ganar”, pero que pagaremos los oprimidos de todo el mundo. Mientras sufrimos la escalada militarista en todo el mundo, una inflación descontrolada, el hundimiento de los salarios y un crecimiento acelerado de la desigualdad y el empobrecimiento, los grandes capitalistas, los monopolios petroleros, las eléctricas, los bancos o las multinacionales de la alimentación están obteniendo beneficios récord fruto del acaparamiento y la especulación. Este es el escenario de pesadilla al que nos aboca el capitalismo a millones de personas.

En el ámbito de la política doméstica, el compañero se refirió a las ilusiones de cambio que en su día despertó el nacimiento de Podemos. Surgido, no olvidemos, de un poderosísimo proceso de radicalización y giro a la izquierda, de movilizaciones de masas que desde 2011 a 2015 desafiaron a las burocracias y aparatos de la izquierda reformista política y sindical. Aludió también a que con la posterior entrada de Unidas Podemos en el Gobierno esas expectativas se han esfumado. Con su política de colaboración de clases, UP ha terminado por romper con sus promesas políticas más relevantes, como la derogación de la reforma laboral o la ley mordaza, entregándose a la política capitalista “responsable” del PSOE, abandonar definitivamente la lucha en las calles y apuntalando la política de unidad nacional, que solo está beneficiando a la derecha y a la patronal. Los datos hablan por sí solos: en 2021 se batió un récord de beneficios empresariales en el Estado español.

Han participado compañeras y compañeros de CCOO, LAB, ELA, IAC, CGT, la Coordinadora de Trabajadores del Metal de Cádiz, la Plataforma de Trabajadores del Metal de Vigo, CoBas, STEC...

Este Gobierno, que se autodenominó como “el más progresista de la historia”, en lugar de ceder ante la CEOE y el gran capital, tendría que nacionalizar ya las eléctricas y la banca. El compañero explicó que se trata de una de las demandas clave que defiende Sindicalistas de Izquierda. Una reivindicación para nada utópica, sino urgente para poder satisfacer las necesidades sociales de la inmensa mayoría. Estos parásitos que controlan la economía para amasar fortunas insultantes son el verdadero problema que enfrenta la sociedad. Nacionalizar bajo control de los trabajadores estos gigantescos recursos permitiría poner en marcha un plan de choque contra el desempleo, garantizar vivienda pública digna con alquileres sociales, defender la sanidad y la educación públicas y mejorar la vida de la inmensa mayoría de la población.

Para hacer frente a la carestía de la vida, con una inflación acumulada del 6,5% el año pasado y que hoy roza el 10%, desde el sindicalismo de clase y combativo es fundamental luchar por la inmediata implantación de la escala móvil de precios y salarios. Exigimos no solo recuperar el poder adquisitivo perdido, sino la inclusión en los convenios de una cláusula de revisión salarial que adapte automáticamente los salarios al IPC acumulado real. ¡Queremos que los salarios suban en la misma proporción que nuestra cesta de la compra!

Pero la estrategia de pacto social y desmovilización de los aparatos de CCOO y UGT se sigue profundizando, apuntalando los planes de la patronal, aislando y saboteando cualquier movilización combativa que cuestione una paz social con la que nada tenemos que ganar. Así ocurrió con la huelga del metal en Cádiz hace unos meses y con muchas otras.

Las compañeras Concha, Marisol y Eva del Servicio de Ayuda a Domicilio de Madrid y Asturias exigieron la a remunicipalización de este servicio.y denunciaron la precariedad laboral existente en el sector.

Frente a esto, concluyó Antonio, hay que levantar la bandera de un sindicalismo combativo, democrático, de clase y asambleario, que se base en la fuerza del movimiento obrero, que refuerce su conciencia y capacidad de organización. Hay que decir alto y claro que así fue como se consiguieron los derechos sociales y laborales a lo largo de la historia. Así es como se han arrancado victorias, y en momentos mucho más complicados, como bajo la dictadura franquista y los primeros años de la llamada Transición, cuando ni siquiera había Parlamento ni eran legales las organizaciones obreras: “Los cambios sociales profundos surgen de no adaptarse a la lógica del capitalismo y de la movilización en las calles”.

Las bases para llevar esta batalla adelante existen en los movimientos sociales, en las fábricas, en los tajos; lo vemos cada día en las luchas que se abren paso frente a obstáculos de todo tipo.

Un debate lleno de experiencias y combatividad

Las decenas de intervenciones que se sucedieron a lo largo de la mañana y la tarde ilustraron a la perfección esa fuerza y determinación de la clase obrera cuando se pone en marcha. Las palabras de las y los compañeros mostraron el panorama real en las empresas, la ofensiva contra nuestros derechos, la precariedad y la siniestralidad laboral, las diferentes batallas dadas contra los empresarios y en muchos casos también contra las burocracias sindicales, pero sobre todo reivindicaron como una necesidad vital el modelo de sindicalismo de clase y combativo, el único coherente y que nos permitirá avanzar firmemente en la lucha.

Santiago Jiménez, militante de CCOO Sevilla del Metal y el sector agrario, se centró en desmenuzar la propaganda hueca sobre la reforma laboral —aplaudida por la patronal— lejos de ser “una conquista histórica” o un medio para “mejorar la vida de la gente” ni siquiera ha revertido el grueso de los aspectos más lesivos de la contrarreforma de PP, como el abaratamiento del despido, por ejemplo. Insistió en que la precariedad laboral continúa. Es cierto que aumentan los contratos indefinidos, pero cada vez más bajo la forma de fijo discontinuo o a tiempo parcial. En resumen: la misma precariedad de siempre, solo que ahora se maquillarán las estadísticas más fácilmente.

Ana González, trabajadora de la logística en Guadalajara, insistió en la precariedad que sufren muy especialmente jóvenes y mujeres trabajadoras como ella.

Ana González, trabajadora de la logística en Guadalajara, le puso cara a esa situación de precariedad que jóvenes y mujeres trabajadoras como ella sufren muy especialmente. Abuso constante de contratos de meses, semanas o días, que permiten a las grandes empresas del sector forrarse a costa nuestra, condenando a un futuro sin estabilidad alguna a miles de jóvenes e imposibilitando la conciliación familiar. Denunció la impunidad total de las ETT, que hacen y deshacen a su antojo, y los brutales ritmos de producción exigidos, que han llevado a que en Castilla La Mancha el sector de la logística acumule el 46% de los accidentes laborales de todo el sector servicios.

El compañero Sergio Simón, delegado por CoBas en la empresa GXO y también trabajador de la logística en Guadalajara, explicó el reciente conflicto de un sector que abarca a cerca de 30.000 trabajadores. La patronal se negaba a pagar los atrasos de 2021, pero con la amenaza de la huelga de varios días y la disposición mayoritaria de los trabajadores y trabajadoras de secundarla, tuvo que dar marcha atrás. Finalmente, el acuerdo alcanzado por la patronal con CCOO y UGT, y firmado pocas horas antes de que la huelga comenzase, recoge entre otras cuestiones el pago de los atrasos de 2021 y para 2022 se mantendrá la cláusula de revisión salarial del IPC interanual de diciembre. Sin embargo, como explicó Sergio, la determinación que se palpaba en las plantillas, en las asambleas previas y en los piquetes, era lo que asustaba a la patronal. De haberse mantenido la huelga se podía haber conquistado un convenio mejor.

El compañero Sergio Simón, delegado por CoBas en la empresa GXO y también trabajador de la logística en Guadalajara, explicó el reciente conflicto de cerca de 30.000 trabajadores. 

Las recientes huelgas del profesorado en Catalunya que ha llenado las calles con decenas de miles en la mayor movilización de docentes de la última década también estuvieron presentes. Vicent Sala, profesor y afiliado a USTEC-STEC, explicó su lucha para poner fin a los ataques a la escuela pública por parte del Govern de ERC-Junts. Desenmascaró la campaña de desprestigio que sufren por parte del Govern para tratar de aislarlos, “no luchamos por más vacaciones, sino por más recursos y menos ratios”, y denunció la campaña españolista y reaccionaria contra el modelo de inmersión lingüística en la escuela pública y la imposición antidemocrática del TSJC del 25% de castellano en las escuelas. Por su parte, Iker Otermin, de Ezker Iraultzailea, denunció el reciente Pacto Educativo del PNV-PSE que supondrá un nuevo salto en la privatización de la escuela pública, que ha sido avalado por EH Bildu y Elkarrekin Podemos y ante el cual los dirigentes del profesorado de STEILAS, LAB, ELA y CCOO desconvocaron la huelga inicialmente fijada.

Manu Odriozola, afiliado a LAB en el sector de artes gráficas en Gipuzkoa, hizo un repaso a la situación sindical en Euskal Herria, partiendo de la huelga general convocada por la mayoría sindical vasca en enero de 2020, fruto de una enorme presión por abajo. Un territorio con el mayor número de huelgas de toda Europa, que han afectado a numerosos sectores y empresas: el Metal, Tubacex, las limpiadoras y trabajadoras de residencias, el SAD, H&M… Pero como dijo Manu, en referencia a los dirigentes de ELA y LAB, “no basta con convocar manifestaciones de vez en cuando para revertir los recortes”, la situación requiere la unificación de todos los conflictos, un plan de lucha ascendente y la huelga general.

Javi Losada, delegado de CGT y miembro del comité de empresa en los astilleros de Navantia Ferrol, nos trajo a la sala la lucha de los compañeros del sector siderometalúrgico de A Coruña, que han convocado 4 días de huelga en el Metal de la provincia en defensa de un convenio digno. Un sector que agrupa a más de 16.000 trabajadores y cuya primera jornada da huelga fue un éxito. Desde la sección unitaria de CGT están participando en las asambleas, piquetes y movilizaciones y defendiendo en el caso de Navantia la necesidad de sumar a esta lucha, que afecta a los trabajadores de las compañías auxiliares, a los compañeros de la principal.

La rebelión obrera en Cádiz, un ejemplo que marca el camino

Como no podía ser de otra manera, el Metal estuvo muy presente durante toda la jornada. Antonio Muñoz, miembro de CGT y dirigente de la huelga del Metal de Cádiz el pasado otoño, recalcó que la huelga fue muchísimo más que una lucha por un incremento salarial o un convenio algo mejor, fue una auténtica rebelión obrera, que se ganó la simpatía de cientos de miles en Cádiz y fuera de allí: “nuestra lucha marcaba el camino”. Por eso hubo tanto miedo entre los empresarios y en el Gobierno PSOE-UP, y por eso, la saña a la hora de reprimirnos y la firma del “acuerdo de la vergüenza” por parte de las cúpulas de CCOO y UGT. Se trataba de evitar el contagio y mantener a toda costa la paz social. Destacó la importancia de la extensión de la lucha y el magnífico papel que el Sindicato de Estudiantes jugó convocando a la juventud a la huelga en solidaridad con ellos.

Antonio Muñoz, miembro de CGT y dirigente de la huelga del Metal de Cádiz el pasado otoño. 

También contamos con la intervención del compañero Diego Rodríguez de la Coordinadora de Trabajadores del Metal de Cádiz que, como Antonio, incidió en la rebelión del metal y destacó como la patronal se vale de la precariedad y la división entre los trabajadores (fijos, eventuales, parados, inmigrantes…) para seguir acumulando beneficios, y como toma represalias contra quienes luchan para descabezar el movimiento. Por eso destacó la necesidad de la organización, de luchar contra la burocracia sindical y de defender que “somos una misma clase”.

Diego Rodríguez de la Coordinadora de Trabajadores del Metal de Cádiz, otro de los impulsores de la huelga de los metalúrgicos gaditanos. 

El encuentro aprobó por unanimidad una resolución contra la represión sindical en la empresa Equimansur (Cádiz) y por la readmisión inmediata del compañero Boada, cuyo único delito ha sido defender unas condiciones laborales dignas.

Óscar Pampillón, trabajador y miembro de la Plataforma del Metal de Vigo, fue otro de los ejemplos de la determinación en la lucha obrera. Explicó cómo, justo ahora hace un año, la firma a espaldas de los trabajadores del convenio por parte de CCOO y UGT y la pasividad de la CIG ante este hecho, les hizo tomar la decisión de responder en la calle, denunciar “ese convenio de la traición” y autoorganizarse constituyendo la PTM para agrupar a los sectores más combativos y dar la batalla en defensa de sus derechos.

Óscar Pampillón, trabajador y miembro de la Plataforma del Metal de Vigo, fue otro de los ejemplos de la determinación en la lucha obrera. 

Nicolás Vettas, presidente del comité de empresa de la Fundació Pere Mata en Tarragona, relató la enorme batalla que están desarrollando por recuperar el comité de empresa como una herramienta de combate útil a los trabajadores, en un sector donde el aislamiento de las plantillas hace muy complicada la labor sindical. Iban Sabada, presidente del comité de empresa por CCOO en Media Markt, explicó las peleas dadas contra la apertura en festivos y la importancia de la labor de propaganda y extensión a otras empresas. También Jonás Vega, delegado de CCOO en Böttcher Ibérica, habló de la última pelea que están llevando contra el riesgo de ser atropellados ante una nefasta planificación urbanística, y que han extendido al conjunto de trabajadores del polígono donde está instalada su fábrica y de la población del municipio.

Aprobamos por unanimidad una resolución contra la represión sindical en la empresa Equimansur (Cádiz) y por la readmisión del compañero Boada, despedido por defender unas condiciones laborales dignas. 

Contamos también con el testimonio de Anahí López, portavoz de Libres y Combativas en Asturias y trabajadora de supermercados, que reflejó muy bien la extrema precariedad que existe en este sector compuesto en un 70% por mujeres, con salarios un 25% más bajos que sus compañeros, y que tienen que soportar jornadas extenuantes, partidas, con un solo día de descanso a la semana, con las consecuencias que acarrea para la conciliación familiar y su salud: el 21,5% de ellas consumen tranquilizantes y más de la mitad tiene una mala salud mental. Este tema lo abordó en profundidad Teresa Prados, portavoz de Lliures i Combatives en Barcelona. No es ninguna casualidad que las enfermedades mentales y los suicidios se hayan convertido en una nueva lacra para las familias trabajadoras, siendo un factor de riesgo el ser mujer.

Teresa Prados, portavoz de Lliures i Combatives en Barcelona, habló de las enfermedades mentales y los suicidios y de por qué se han convertido en una lacra para las familias trabajadoras.  

“Luchando en la calle y no en los despachos”

Jaime Camejo, delegado CGT en ICCS del sector de telemarketing en Málaga, quien nos transmitió el tremendo trabajo realizado en los últimos meses para constituir la sección sindical y como dos meses después se presentaron a las elecciones obteniendo 5 delegados por CGT. Es la primera vez en una década que CCOO no copa por completo el comité, y esto ha sido gracias a la defensa de un sindicalismo de clase, “de hablar claramente a la plantilla y no plegarse a los prejuicios o al mal menor”. Ahora los compañeros están en plena lucha por un convenio digno.

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Anahí López, portavoz de Libres y Combativas en Asturias y trabajadora de supermercados, habló de la extrema precariedad que existe en este sector compuesto en un 70% por mujeres. 

María Fuentes, trabajadora del servicio de limpieza del hospital Gregorio Marañón en Madrid, explicó como los métodos del sindicalismo combativo, de las asambleas, “luchando en la calle y no en los despachos” les permitió contra la desidia y oposición de los dirigentes de CCOO y UGT, lograr una importantísima victoria en plena pandemia: evitar la privatización del servicio de limpieza.

Las compañeras Concha, Marisol y Eva del Servicio de Ayuda a Domicilio de Madrid y Asturias, tomaron la palabra para trasladarnos la precaria situación en la que realizan su actividad y su lucha por la remunicipalización de este servicio esencial, hoy privatizado para llenar los bolsillos de empresarios como Florentino Pérez, a costa de la calidad del servicio y de las condiciones laborales. Las trabajadoras explicaron como un grupo de ellas de distintas zonas sostuvieron 26 días de acampada ante el Ministerio de Trabajo en Madrid. Lejos de ser atendidas sus reivindicaciones, Yolanda Díaz ni se molestó en recibirlas. Pero ellas continúan batallando y organizando a cada vez más trabajadoras, porque son conscientes, como dijeron, de que “unidas somos más fuertes, en casa no se soluciona nada”. Una gran ovación siguió sus intervenciones.

La defensa de los servicios públicos estuvo también presente en la intervención del compañero Alejandro Fernández, trabajador de Correos y afiliado a CGT en Asturias, que denunció el proceso de privatización que se está acelerando bajo el Gobierno del PSOE y UP. El “nuevo sistema de cartería” se basa en la reducción de costes, aumentando la carga de trabajo, con zonas cada vez más grandes a cubrir por menos trabajadores. A propuesta del compañero, aprobamos una resolución de solidaridad con la huelga convocada para los próximos 1, 2 y 3 de julio contra el desmantelamiento de Correos y exigiendo un plan de movilizaciones contundente y prolongado. Jesús Serrano, de la Plataforma de Interinos de Madrid, explicó la escandalosa precariedad existente en el sector público con tasas de temporalidad del 30%, y las huelgas habidas a lo largo de 2021 contra el acuerdo firmado por CCOO, CSIF y UGT con el Gobierno, conocido como Icetazo, y que supone el mayor ERE encubierto de la historia.

Los compañeros Manu Vidal, trabajador del metal y delegado de TFC-IAC en Tarragona, y Salvador Aranda, sindicalista de CGT, insistieron en la importancia de mantener una perspectiva de clase en el día a día, para no dejarse enredar en las maniobras de las empresas.

Manu Vidal, trabajador del metal y delegado de TFC-IAC en Tarragona insistió en la importancia de mantener una perspectiva de clase en el día a día de la actividad sindical. 

La portavoz de la Plataforma de Pensionistas de Móstoles, Carmen Caballero, nos recordó su ejemplar e incansable lucha en defensa del sistema público de pensiones, una lucha que continúa con más motivo si cabe pues, como nos explicó, el actual Gobierno ha impulsado una nueva contrarreforma que hay que frenar. Una vez se escuchó el grito de “gobierne quien gobierne, las pensiones públicas se defienden”. También fue muy aplaudido el enérgico saludo de la juventud obrera y estudiantil que nos trasladó Coral Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes. La defensa de la enseñanza pública y un futuro digno va de la mano de las luchas obreras en todo el Estado, que son una fuente de inspiración y ejemplo para los jóvenes del SE.

“No estamos aquí para regular la esclavitud”

Pudimos disfrutar de la presencia de varios sindicalistas de Portugal y escuchamos al compañero Luis Sombrereiro, afiliado a CESP y militante de Esquerda Revolucionária en Lisboa. Nos habló de experiencias muy similares a las nuestras, un Gobierno de la izquierda que sigue los dictados de las grandes empresas y una burocracia sindical que no está a la altura de las circunstancias, en un país en el que el desmantelamiento de los servicios públicos, los despidos y el empobrecimiento avanzan. Allí, como aquí, los compañeros dan una dura batalla por levantar el sindicalismo de clase. 

A lo largo de la jornada intercalamos intervenciones sobre el panorama político y las luchas a nivel internacional. Víctor Rodríguez, de Ezker Iraultzailea, se refirió a las recientes elecciones presidenciales en Francia, destacando no solo el avance de la extrema derecha, sino que los buenos resultados de la izquierda de Mélenchon, la Francia Insumisa. Un reflejo del proceso de polarización también a la izquierda y de las movilizaciones que se ha vivido en el país en los últimos años. Ana García, portavoz estatal de Libres y Combativas, desgranó cómo la lucha de clases se abre camino con fuerza dentro del Imperio americano, desde la rebelión contra el asesinato de George Floyd hasta la reciente victoria de los jóvenes trabajadores de Starbucks o Amazon, donde han conseguido crear un sindicato por primera vez. Víctor Taibo, dirigente de Izquierda Revolucionaria, incidió en las terribles consecuencias económicas de la guerra imperialista en la vida de la clase trabajadora, mientras es ya un gran negocio para el capital financiero, los especuladores y los monopolios. Insistió en la necesidad de hacer frente a la permanente propaganda capitalista y en rearmar ideológicamente al movimiento obrero con un programa para la transformación socialista de la sociedad.

El sindicalista de los astilleros en Ferrol y delegado de CGT en el comité de empresa de Navantia, Xaquín G. Sinde, cerró el debate remarcando que las luchas son la experiencia que va forjando a nuestra clase. 

El compañero Juan Ignacio Ramos, secretario general de Izquierda Revolucionaria y uno de los impulsores de Sindicalistas de Izquierdas, se centró en la situación que hemos vivido estos dos últimos años, para rebatir la nociva idea de que la “correlación de fuerzas para la clase trabajadora es desfavorable”. Como señaló, no es más que una hoja de parra usada por los nuevos dirigentes reformistas para justificar su política de renuncias ante los capitalistas y su “gestión de las migajas”. La correlación de fuerzas se construye con la movilización y la organización cotidiana y “no blindando la política de paz social”, que desmoviliza y desmoraliza a la clase obrera.

El sindicalista de los astilleros en Ferrol y delegado de CGT en el comité de empresa de Navantia, Xaquín García Sinde, cerró el debate remarcando la importancia de todas y cada una de las luchas, que son una acumulación de experiencia que van forjando a nuestra clase: “A veces se gana y a veces se aprende. Pero no hay lucha pequeña”. Subrayó también que el origen de los graves problemas que padece la clase obrera reside en el propio sistema capitalista y que no podemos perder de vista que “no estamos aquí para regular la esclavitud”. Tenemos que levantarnos contra este sistema inhumano, expropiar a nuestros explotadores y abrir un nuevo horizonte: el de una sociedad libre al fin de explotación y de todo tipo de opresión, una sociedad en la que podamos disfrutar plenamente de nuestras vidas, en suma, una sociedad socialista.

Acabamos el Encuentro Estatal de Sindicalistas de Izquierda llenos de fuerza e inspiración, mostrando que el sindicalismo de clase, combativo y democrático es el presente y el futuro para lograr victorias. Como broche de oro, cerramos esta magnífica reunión cantando el himno de la clase obrera, La Internacional.

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